En el año 79 d.C., siendo Tito emperador de Roma, el Vesubio arrojó durante 19 horas cerca de 4 km3 de ceniza y roca sobre una extensa área del sur y sureste del cráter. Las cenizas cibrieron varias localidades, entre ellas Pompeya, la más conocida, con sus 25.000 habitantes. Pompeya, situada a 25 kms al sur de Napoles y otras localidades de la bella Bahía de Napoles al pie del volcán eran lugares de veraneo de emperadores, senadores y otros romanos distinguidos. La ciudad respiraba cultura y vida artística y las casas de las elites residentes fueron adornadas por artistas con pinturas y esculturas. Muchas de estas obras de arte han sido recuperadas por los arqueólogos a partir de 1748 y un gran número de ellas están expuestas en el Museo Arqueológico Nacional de Napoles.
“LA REPRODUCCIÓN ARQUEOLÓGICA ES ANTE TODO UN MEDIO DE TRANSMISIÓN DE LA CULTURA, QUE NOS PERMITE SACAR A LAS ESCULTURAS Y RELIEVES DE LA INACTIVIDAD CONTEMPLATIVA EN LOS MUSEOS, DEVOLVIENDO FERTILIDAD A LAS IDEAS Y SENTIMIENTOS QUE INSPIRARON A SUS CREADORES” (FRANCISCO SANCHEZ, MAESTRO ARTESANO)
viernes, 14 de agosto de 2009
Hace 1930 años una erupción del Vesubio enterró bajo las cenizas a Pompeya
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