A partir del 21 de mayo hasta el 16 de enero de 2011está teniendo lugar una exposición única en el recinto de la Casa de Campo de Madrid: “Tutankhamón – La Tumba y sus Tesoros”. Según dice el asesor científico de la exposición, Dr. Martin von Falck, la exposición ofrece a los visitantes una experiencia única: contemplar el tesoro funerario tal como era en el momento de su descubrimiento en Egipto, en el Valle de los Reyes. La tumba de Tutankhamón, el más conocido de los faraones por el gran público, fue descubierta el 4 de noviembre de 1922 por el arqueólogo Howard Carter tras siete años de excavaciones. La tumba ubicada en el Valle de los Reyes no contiene actualmente ningún objeto salvo el sarcófago central, que alberga el primer ataúd de madera chapada en oro conteniendo en su interior el cuerpo momificado del joven faraón. Es la única tumba del Valle de los Reyes que no fue saqueada por los ladrones.
Evidentemente en esta exposición itinerante se trata de réplicas, dado que los originales no pueden viajar por tratarse de obras delicadas y sensibles que necesitan especiales cuidados de conservación, por lo que actualmente se conservan en museos, como en el Museo Egipcio de El Cairo. De todas formas se trata de réplicas fieles, que el visitante puede contemplar, de innumerables objetos preciosos, joyas, amuletos y figuras de oro, reproducciones minuciosamente elaboradas con las técnicas más modernas. Son obra del arquitecto de la exposición, Rainer Verbizh con la colaboración de los egiptólogos Dr. Martin von Falck y Dr. Wolfgang Wettengel. Todas las piezas de la exposición están presentadas de forma innovadora con explicaciones detalladas. Las instalaciones interactivas entre los objetos funerarios permiten profundizar más en los temas. Además de una reproducción asombrosamente real del sarcófago de cuarcita que permaneció en la tumba, también se pueden contemplar los cofres. Las figuras de dioses ocultas en los cofres –y reproducidas fielmente– revelan toda su magnificencia; las joyas de oro de la momia se exhiben al alcance de la mano y los carros de guerra dispersos por la tumba recuperan toda su belleza completamente reconstruidos. Además, también se puede ver una réplica perfecta de la famosa máscara, cuyo original viajó por última vez en los años 80.
Solamente unos pocos privilegiados que visitaron la excavación en los años 20 tuvieron el privilegio de ver la tumba original. Ahora se puede revivir el antiguo Egipto en esta espectacular reconstrucción de las cámaras funerarias del faraón, que ocupan una superficie de 3000m2. Dar una vuelta lleva unos 90 minutos. Si se desea ver y leer todo detenidamente, el tiempo de la visita se puede alargar hasta tres horas. Merece la pena, tratándose de lo que quizás ha sido unos de los mayores hallazgos arqueológicos de nuestra era.
En esta imagen, el niño Tutankhamón, una reproducción realizada por el Taller Horus. Explicaciones se pueden leer aquí.