“LA REPRODUCCIÓN ARQUEOLÓGICA ES ANTE TODO UN MEDIO DE TRANSMISIÓN DE LA CULTURA, QUE NOS PERMITE SACAR A LAS ESCULTURAS Y RELIEVES DE LA INACTIVIDAD CONTEMPLATIVA EN LOS MUSEOS, DEVOLVIENDO FERTILIDAD A LAS IDEAS Y SENTIMIENTOS QUE INSPIRARON A SUS CREADORES” (FRANCISCO SANCHEZ, MAESTRO ARTESANO)



martes, 6 de julio de 2010

Una escapada placentera del hombre moderno hacía el pasado

“En más de una ocasión al hombre moderno le apetece escaparse al pasado. A menudo puede despertar en él la ilusión de un mundo de sentido artístico puro, de paz y de felicidad. Pero también, cuando no quiere ser un “laudator temporis acti” irreal, puede usar el remanente visible de un lejano pasado, como un espejo de su propia existencia, o como una ilusión del futuro”.

“El hombre cultural de Occidente – y esto vale para ambos lados del Océano Atlántico – se escapa con gusto en su pasado occidental. En este interés puede fijar los límites del tiempo, de los países y de los temas.”


Son frases de Fernando José María de Waele (*) en la introducción de su libro ANTIEKE KUNST (Arte Antiguo). Se trata de un libro de 1964 de la editorial Meddens, de una edición no destinado a la venta. Unos pocos ejemplares parecen aún estar disponibles solo en algunos comercios que venden libros de segunda mano. El mío no está en venta…

Dice el autor que el libro no va solo dirigido a estudiosos, sino también a muchos que tienen la posibilidad de visitar los sitios antiguos “in situ”. Lo cual, según el autor, se puede hacer de dos maneras. La primera es visitar y estudiar uno de los muchos museos, no solo en occidente sino también los egipcios, asiáticos cercanos, norafricanos y países americanos. Allí se contempla un objeto, un escrito, una obra de arte, y a partir de ello se intenta evocar el entorno antiguo al que pertenecía y donde el objeto tuvo su origen. En segundo lugar, contemplar in situ las ruinas de las antiguas ciudades, pisar los restos de suelos con mosaicos, rememorar en los restos de edificios las glorias caducas.



El profesor de Waele llama a su libro “una síntesis ilustrada”, el fruto del trabajo de muchos científicos que han intentado de “recomponer de alguna forma el espejo roto con el que se puede comparar nuestro conocimiento del mundo antiguo“.


El libro tiene diez capítulos que tratan del arte en “el país de los dos ríos” (Tigris y Éufrates), en el país del Nilo, en Siria y Chipre, en la antigua Anatolia, en el antiguo Irán, en la región egea, en Grecia y el helenismo, en la región de Hesperia (que incluye Iberia), en Roma, el Imperio Romano y en las provincias romanas. Muestra un buen número de figuras, mapas y planes de ciudades y sitios antiguos. Solo tiene una foto en color, pero es una espléndida: la majestuosa Puerta de Ishtar de Babilonia. Algunos mosaicos reconstruidos se pueden ver en el Museo Arqueológico de Estambul. (ver: http://tallerhorus.blogspot.com/2009/10/un-paseo-por-el-museo-arqueologico-de.html)






Las figuras que mostramos aquí son reproducciones fieles en tres dimensiones, realizadas por Taller Horus, de algunas obras antiguas cuyas fotos están en el libro. Son respectivamente: la imagen de una mujer de Mesopotamia, una deidad con alas de Asiria, y una máscara de Micenas. Dan más vida que las fotos en blanco y negro y constituyen un complemento ideal del libro.



(*) Fernando José María de Waele (Ferdinand Jozef Maria) era un científico flamenco, arqueólogo, historiador del arte y de la antigüedad y filólogo. Ha sido profesor de arqueología y de historia antigua en las universidades de Nimega, Países Bajos, y de Gante, Bélgica. Ha publicado más de 300 artículos y escrito varios libros. Participó en proyectos arqueológicos importantes en Grecia, en particular en el descubrimiento de la ciudad de Corinto, en el que jugó un papel importante. Grecia le homenajeó con el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad de Atenas y con nombrarle ciudadano de honor de Skyros. Murió en 1977.

El ojo de Horus